Publicado en Revista La Pagina, el 23 de DIC 2009
Copenhague no estuvo a la altura

De esta forma, la Cumbre de Copenhague no sólo debía ser meramente una reunión en relación al cambio climático y cómo la Tierra se ha ido calentando durante las últimas décadas. También era una cumbre en donde se debía realizar una profunda reflexión sobre el modelo de desarrollo económico que han implantado los países industrializados y cómo este ha resultado ser altamente nocivo contra el medioambiente y por ende contra todos los que habitamos el planeta.
Sin embargo, en lugar de aquellas reflexiones asistimos a una cumbre plagada de rencillas y resquemores, por el lado de los contaminantes, de pesimismo por parte de los Estados menos contaminantes y llantos, por parte de los países seriamente afectados por el cambio climático, como es el caso de Tuvalu, en Oceanía.
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